En la actualidad los muebles de melamina son los más usados, por sus diversos diseños, su material versátil y de fácil mantenimiento, ideal para oficinas pero sobre todo para cocinas y demás usos.
Las características individuales y las variaciones naturales de la melamina hacen que cada mueble sea una pieza única. Siga los consejos descritos a continuación para que sus productos se conserven durante muchos años como el primer día después de su compra.
Agua y bebidas: Retirar el líquido con un trapo húmedo y secar.
Grasa: Pasar una esponja húmeda con limpiador, enjuagar y dejar secar, o de lo contrario usar trementina. Este es un solvente que se encuentra en las tiendas de construcción, para diluir esmaltes sintéticos, pinturas de aceite y barnices.
Tinta: Limpiar inmediatamente con alcohol o zumo de limón. Algunos rotuladores permanentes pueden dejar cerco sobre la melamina si la limpieza no se hace de forma correcta.
Esmalte de uñas: Use acetona en el paño y limpie la mancha. Pase un trapo húmedo con agua para detener y prevenir las manchas.
Moho: Común en ambientes húmedos, el moho es un poco más difícil de eliminar. Diluya 50 ml de cloro en 1 galón de agua. Sumerja un paño limpio en la mezcla y aplique en toda la zona afectada, repitiendo el proceso en caso de ser necesario.
Cristal: Utilizar un limpiador de cristal en spray y pasar un trapo.
Componentes metálicos: Utilizar agua tibia y jabón neutro y secar con un trapo. En el caso de armarios evite que las partes móviles queden húmedas.
Gavetas y cajones extraíbles: A la hora de limpiar otras partes de armarios y bloques evite que el agua llegue a las guías deslizantes.
Modesk recomienda utilizar siempre productos de limpieza con PH Neutro y respetuosos con el Medio Ambiente.